

Fecha: 27 – 31 de julio de 2016
Pontífice: Francisco
Tema: «Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia» (Mt 5,7)
Himno: Błogosławieni miłosierni (Misericordia y perdón)
Queridos jóvenes, ¡finalmente nos encontramos! Son las primeras palabras del Papa Francisco a los 700 mil jóvenes de la JMJ, agradeciéndoles la calurosa acogida en la explanada de Blonia en Cracovia. El Papa rinde homenaje a san Juan Pablo II, en su tierra natal, quien «soñó e impulsó estos encuentros. Desde el cielo nos está acompañando viendo a tantos jóvenes pertenecientes a pueblos, culturas, lenguas tan diferentes con un sólo motivo: celebrar a Jesús, que está vivo en medio de nosotros». En uno de los puntos centrales el Papa se ha detenido en la fuerza de los jóvenes que se oponen a los «quietistas» que dicen que «nada puede cambiar». Pero el Papa les pregunta: «Las cosas, ¿se pueden cambiar?», e invita a los jóvenes a responder con fuerza.
Más de un millón y medio de jóvenes de todo el mundo y de fieles polacos participaron en la vigilia y en la misa de clausura de la JMJ en la gran explanada de Wieliczka.
El Papa inicia la vigilia del sábado retomando las palabras de un joven de Siria, Rand, que participa en la JMJ y pide oraciones por su país. «Nosotros no queremos vencer el odio con más odio, vencer la violencia con más violencia, vencer el terror con más terror. Nosotros hoy estamos aquí porque el Señor nos ha convocado. Y nuestra respuesta a este mundo en guerra tiene un nombre: se llama fraternidad, se llama hermandad, se llama comunión, se llama familia».
En la homilía de la misa, el Papa envía a los jóvenes del mundo, como discípulos y testigos de la misericordia de Dios, fortificados con esta experiencia y con el Evangelio de Jesús como “navegador” por los caminos de la vida. «Puede que os juzguen como unos soñadores» pero «la Iglesia hoy os mira ‒ diría más: el mundo hoy os mira». No a los «jóvenes-sofá» y al «sofá-felicidad», sí a los «jóvenes con zapatos». «Instalad bien la conexión más estable», la memoria de Dios «no es un «disco duro» que registra y almacena todos nuestros datos, su memoria es un corazón tierno de compasión, que se regocija eliminando definitivamente cualquier vestigio del mal».
Todas las intervenciones del Santo Padre: https://www.vatican.va/content/francesco/es/travels/2016/outside/documents/papa-francesco-polonia-2016.html
Síntesis elaborada sobre la base de la ficha publicada por frontierarieti.com, órgano de la Diócesis de Rieti