
El lunes 10 de marzo por la tarde se celebró en Fiuggi una conferencia promovida por la Acción Católica de la diócesis de Anagni-Alatri, Italia, sobre el tema «Legalidad y bien común» tras la 50ª Semana Social de los Católicos Italianos, celebrada en Trieste del 3 al 7 de julio de 2024. El congreso fue moderado por Daniele Bruno, presidente de la Fundación Juan Pablo II para la Juventud.
La presidenta de la Acción Católica de Anagni-Alatri, Concetta Coppotelli, presentó la conferencia subrayando el significado de la iniciativa, es decir, una señal tangible de lo importante que es iniciar procesos que puedan conducir, en el momento adecuado, a un cambio, en lugar de ocupar espacios, una actitud esta última dominante en la acción política contemporánea. La política no puede relegarse a una dimensión teórica y distante, sino que debe vivirse como un compromiso diario para mejorar la sociedad. La formación política no debe verse como un privilegio para unos pocos, sino como una necesidad para todos aquellos que desean contribuir al bien común, especialmente para los jóvenes.
Bruno: que la acción de los cristianos esté siempre al servicio de la promoción integral de la persona y del bien común
Daniele Bruno, presidente de la Fundación Juan Pablo II para la Juventud, moderó toda la conferencia e inició el debate recordando los temas centrales abordados durante la 50ª Semana Social de los Católicos Italianos: el estado actual de la democracia y la participación activa de los ciudadanos, afectada por el creciente fenómeno del abstencionismo electoral.
A este respecto, explicó que «el Magisterio de la Iglesia no quiere ejercer un poder político ni eliminar la libertad de opinión de los católicos sobre cuestiones contingentes, sino instruir e iluminar la conciencia de los fieles, especialmente de aquellos que se dedican al compromiso en la vida política, para que su acción esté siempre al servicio de la promoción integral de la persona y del bien común».
Las intervenciones y los ponentes
Entre los ponentes del congreso, introducidos por el presidente Bruno, Su Excelencia Monseñor Ambrogio Spreafico debatió sobre el tema de la participación y la contribución de los cristianos a la vida política. El magistrado Roberto Sparagna se expresó sobre el tema de la legalidad, un tema inflacionado, pero que nos concierne a todos y no solo a los operadores de la justicia. El obispo de Verona, Domenico Pompili, habló de la relación entre justicia y caridad, identificando en la figura de Jesús la diferencia entre la justicia terrenal y la justicia de Dios. La caridad lleva a la justicia a su plenitud y el Magisterio de la Iglesia lo recuerda a los católicos desde León XIII en Rerum Novarum hasta el Papa Francisco en Fratelli Tutti, subrayando la conexión entre legalidad y fraternidad. Es necesario, dijo Pompili, que los católicos intervengan en los temas esenciales de la ecología y la justicia social y económica (redistribución de la riqueza), recordando la unidad que existe entre la caridad, la justicia y el prójimo.
La conferencia concluyó con una reflexión de Mons. Spreafico sobre cuál podría ser la mejor ciudad para la vida de los hombres. La respuesta fue: «aquella donde el paz es posible porque la convivencia es posible», siguiendo el ejemplo de Jerusalén, la antigua Salem, cuya etimología remite al término «shalom», «paz» en tiempos de Melquisedec, rey de justicia, pero también rey de paz.