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La Jornada Mundial de la Juventud entre la fraternidad y el cuidado de la creación: promover principios y valores fundamentales entre los jóvenes
El Festival de la Diplomacia 2025 acoge a la Fundación
La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) es un lugar privilegiado y único donde millones de jóvenes de todo el mundo se reúnen y reflexionan sobre los principios que guían sus acciones, sus decisiones y sus vidas, con el objetivo de promover valores fundamentales que dan sentido y propósito a la vida de cada uno.
La fraternidad humana y el cuidado de la creación son solo algunos de los principios promovidos y difundidos dentro de la JMJ por la Fundación Juan Pablo II para la Juventud, que, desde 1991, se dirige a todos los jóvenes del mundo, sin excepción, promoviendo los valores de la Iglesia católica a nivel internacional.
De todo esto se habló el 15 de octubre, durante el evento organizado por la Fundación en colaboración con la LUMSA - Libera Università Santissima Assunta de Roma, dentro del Festival de la Diplomacia 2025 «The cost of Principles».
Fraternidad y cuidado de la Creación: principios transmitidos y promovidos en las Jornadas Mundiales de la Juventud
Guiados por la periodista Deborah Castellano Lubov, corresponsal y vaticanista de Vatican News – Radio Vaticana en inglés, y coautora del documental «Leo from Chicago» de los medios de comunicación vaticanos sobre los orígenes estadounidenses del papa León XIV, los invitados dialogaron con estudiantes y expertos en diplomacia y relaciones internacionales sobre los temas de la fraternidad y el cuidado de la Creación como principios transmitidos y promovidos en las Jornadas Mundiales de la Juventud.
El encuentro se abrió con el saludo introductorio del Prof. Filippo Giordano, director del Departamento de Derecho, Economía, Política y Lenguas Modernas de la LUMSA, y con la intervención del Prof. Generoso Rosati, catedrático de Gestión en la LUMSA.
Bruno: «La diplomacia nos recuerda que los principios no son negociables»
A continuación, el presidente de la Fundación, el abogado Daniele Bruno, expuso su reflexión sobre el tema del Festival de la Diplomacia de este año, «El costo de los principios». En su intervención, Bruno afirmó que «el tema que nos reúne nos invita a reflexionar sobre cuánto estamos dispuestos a invertir, personal y colectivamente, para permanecer fieles a los valores que profesamos. En un mundo que a menudo premia la conveniencia más que la verdad, la diplomacia nos recuerda que los principios no son negociables. Son la estructura portante de toda sociedad justa, de toda comunidad viva, de toda persona libre».
Y añadió: «Los jóvenes de hoy viven en un mundo marcado por los conflictos, las desigualdades y las crisis medioambientales. Sin embargo, son ellos quienes nos muestran una extraordinaria capacidad de visión, de compromiso y de deseo de justicia. La JMJ se convierte así en un laboratorio global donde se entrelazan la espiritualidad, la cultura, la ecología y la diplomacia».
El enfoque en la historia de la JMJ y el papel de la Fundación en su promoción
En un diálogo entre el Dr. Paul Metzlaff, responsable de la comisión para la pastoral juvenil y familiar de la Conferencia Episcopal Alemana, así como vicepresidente de la Fundación, y Carlotta Marani, oficial del área de Juventud del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, se entró en los detalles del tema del encuentro.
Marani subrayó que «la Jornada Mundial de la Juventud representa un fenómeno único, un laboratorio de globalización. Une la dimensión universal de la Iglesia con la particularidad de las culturas locales. En la era de la modernidad (transformación, redes sociales, consumismo), la participación entusiasta de millones de jóvenes revela un profundo deseo de autenticidad, conexión y búsqueda de sentido y trascendencia. Pero, por encima de todo, la JMJ cuenta una historia sencilla y profunda: la de los jóvenes que, cuando se les escucha y se les valora, pueden convertirse en protagonistas de la esperanza. Incluso quienes no comparten la fe católica pueden reconocer en la JMJ un poderoso signo de humanidad, una experiencia que une en lugar de dividir, que invita al diálogo y a la fraternidad».
Metzlaff, en videoconferencia, se detuvo en el papel de la Fundación en la transmisión y promoción de principios y valores importantes para los jóvenes: «La Fundación Juan Pablo II para la Juventud acompaña a las Jornadas Mundiales de la Juventud con convenciones y encuentros, y siempre trata de traducir las preocupaciones de los papas en términos políticos y culturales. Junto con los jóvenes, tratamos de construir una civilización del amor y de promover los valores de la dignidad igualitaria, la unidad, la libertad, la convivencia y la reconciliación entre los pueblos, la solidaridad y la opción por los pobres, así como la salvaguarda de la creación».
Construir juntos sobre los valores de la fe cristiana
«Me gustaría invitaros a todos», concluyó Metzlaff, «a construir sobre estos principios, independientemente de si encontráis o no algo que ganar con la fe cristiana. Nuestra motivación nace del fundamento de Cristo, pero estos son principios sobre los que queremos construir juntos con todos».
Al final de la mañana, dos jóvenes dieron su testimonio. Vicente Goes, SJ, de Lisboa, y Yeolrin Lee, de Corea. Ambos, desde puntos de vista diferentes, compartieron su experiencia como jóvenes en contacto con la JMJ. Vicente habló de su vocación al sacerdocio y de cómo el compromiso con el cuidado de la creación ha marcado su vida; Yeolrin, por su parte, describió el desconocimiento de la JMJ por parte de la mayoría de los jóvenes de su país, que acogerá la JMJ de Seúl en 2027, como un reto que hay que afrontar.
Hacia Seúl 2027: crecer en fraternidad y humanidad
Un reto, por tanto, será seguir promoviendo la experiencia de las Jornadas Mundiales de la Juventud entre los jóvenes para que todos puedan enriquecerse con principios y valores y crecer así en fraternidad y humanidad.